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Internet y los Derechos Humanos

Markus Kummer y Nicolas Seidler, Internet Society (ISOC)*

Los Derechos Humanos y la Internet están inexorablemente ligados –son dos caras de una misma moneda– y es por ello que las oportunidades y los retos relacionados con este tema no se pueden considerar independientemente el uno del otro. Shirin Ebadi** nos recuerda el poder de las ideas y muestra cómo el libre flujo de información puede brindar esperanza a quienes luchan por una vida mejor. Reveladoras y a la vez inspiradoras, sus reflexiones también dejan en claro, por si hacía falta, la importancia de Internet a la hora de empoderar a las personas para que reclamen sus derechos básicos.

Desde sus inicios, en los 70 hasta su expansión masiva alrededor del mundo en las décadas de 1990 y 2000, Internet evolucionó a partir de un proyecto de investigación para convertirse en un centro social, económico y de comunicaciones en el que convergen más de dos mil millones de personas. Internet ha impulsado la innovación y el crecimiento económico. Ha impulsado el proceso de la globalización desde el comercio hasta las comunicaciones y la información y ha difundido los valores democráticos.

Los pioneros de Internet crearon un conjunto de protocolos y diseños para una arquitectura de red que acabaría capturando la esencia misma del Artículo 19 de la DUDH –permitir a las personas el derecho de «investigar y recibir informaciones y opiniones, y el de difundirlas, sin limitación de fronteras»– a una escala sin precedentes.

Para los usuarios de Internet que hoy en día pueden acceder a conexiones de banda ancha, rápidas y asequibles, Internet es una parte muy importante de su vida cotidiana. La red existe es hoy omnipresente. En la sociedad de la información actual, una vez que una idea ingresa en los múltiples caminos de la red, dicha idea está inmediatamente disponible en todas partes.

Como una red de redes, Internet también ha cambiado las sociedades y la forma en que las personas interactúan unas con otras. La historia ha demostrado que las ideas pueden ser poderosos agentes de evolución y transiciones. Es así como Internet cumplió un importante papel en la Primavera Árabe. En todos los acontecimientos que llevaron a las revueltas en Egipto, Túnez, Libia y Siria, el uso de Internet logró sensibilizar y conectar las aspiraciones que permitieron lograr cambios sociales y políticos.

La relación orgánica de Internet con la libertad de expresión y la libertad de asociación no es producto de la casualidad, sino que es el resultado de opciones y consideraciones específicas que surgieron a partir del desarrollo de la tecnología y los protocolos asociados. Por ejemplo, la naturaleza descentralizada de extremo a extremo de la red es una característica esencial que se enfoca en los bordes y no el centro de la arquitectura. Internet intencionalmente empodera a los usuarios que se encuentran en los márgenes y actúa como un conducto democrático. 

Los estándares abiertos e interoperables se encuentran en el corazón de Internet. Su desarrollo se basa en procesos que son completamente abiertos. Cualquiera persona interesada puede participar. Organismos como el Grupo de Trabajo en Ingeniería de Internet (IETF) no requieren ninguna membresía formal sino que cualquiera puede contribuir al desarrollo y a la evolución de los protocolos clave que permiten convertir la información y las ideas en bits y paquetes que viajan de un lado del mundo al otro. Comparada con cualquier otro medio de comunicación, son en última instancia los usuarios quienes definen qué es y en qué se convertirá Internet. Los procesos de desarrollo de políticas y estándares de Internet son una muestra de democracia en acción.

Desde sus inicios, Internet ha evolucionado a través de usuarios y comunidades empoderadas, y su propio éxito depende de ello.

Shirin Ebadi señala: la misma tecnología que se utiliza para promover la libertad de expresión también se puede utilizar para reprimirla cuando un gobierno afectado la considera «inconveniente». En una época repleta de información donde las opiniones y las ideas pueden atravesar el mundo en pocos segundos, no es de extrañar que algunos gobiernos autoritarios prefieran retrasar este proceso e implementar límites de velocidad. Suspender el acceso a Internet, disminuir la velocidad del tráfico limitando el ancho de banda, filtrar sitios web y/o sus contenidos, vigilar las actividades en línea e imponer sanciones desproporcionadas no son más que algunas de las medidas que ponen en peligro tanto la funcionalidad de Internet como su capacidad para promover el ejercicio de la libertad de expresión y de asociación.

Por extensión, estas medidas también pueden comprometer muchos otros derechos y actividades que dependen de la libre circulación de la información y de las ideas, como la educación, el acceso al conocimiento científico y cultural, la participación económica y la innovación.

Cuando un gobierno autoritario emprende acciones para sofocar la libertad o el empoderamiento en línea, no lo hace necesariamente porque desea anular Internet, sino porque estas acciones se corresponden con su enfoque histórico orientado al control de sus ciudadanos. Tal como insiste Shirin Ebadi, los gobiernos no democráticos nunca han apoyado la libertad de expresión más que de la boca para afuera. Ahora la única diferencia es que Internet los pone en evidencia ante el resto del mundo.

*Markus Kummer, Vicepresidente de Políticas Públicas de ISOC/ Nicolas Seidler,  Asesor de Política de ISOC

**Shirín Ebadí es una abogada iraní que milita por los derechos humanos y la democracia. Fue la primera iraní y la primera mujer musulmana en recibir el Premio Nobel de la Paz

Sobre ISOC:

Internet Society (ISOC) es una organización global dedicada a asegurar que Internet siga siendo abierta, transparente y definida para que todos podamos disfrutar de ella. ISOC es la principal fuente independiente mundial de confianza sobre políticasestándares tecnológicos y desarrollo  futuro de Internet. No solo trabaja para promover los avances tecnológicos: su tarea consiste en asegurar  que Internet siga creciendo y evolucionando como plataforma de innovación, desarrollo económico y progreso social para personas de todo el mundo. Está respaldada por más de 55 000 miembros y cerca de 90 Capítulos en todo el mundo, así como con más de 130 Organizaciones miembro http://www.internetsociety.org/

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