Carlos de la PeñaActualidad 

5 proyectos para implantar en tiempos turbulentos

Carlos de la PeñaNos ha tocado vivir  en tiempos turbulentos. Y los tiempos siempre estarán cambiando. La revolución de la informática y de las telecomunicaciones y del transporte hace que una situación determinada cambie en cuestión de minutos pero, si estamos preparados, también  nos permite conocer la situación  rápidamente e intervenir.

La clave es la velocidad a la que se mueve la sociedad y con ella los negocios y, por lo tanto, la velocidad a la que hay que reaccionar ante esas situaciones para tomar decisiones. Son muchas y muy diversas las variables a las que cualquier directivo se enfrenta: tipos de cambio, productos y servicios de la competencia, tratados de libre comercio, incumplimiento de un proveedor, negociación a la baja de los precios de un cliente, nuevas políticas corporativas, salida de talento… Por ello hay que tener las cosas muy claras. Aquí damos 5 ideas para enfrentar estos tiempos:

1er proyecto: Definir e implementar una Estrategia

Si uno quiere ser el dueño de su destino es clave saber a dónde se dirige, tener una estrategia que marque el camino y que las turbulencias no desvíen la atención de los objetivos marcados.

Hay que tomar riesgos cuando se quiere crecer pero hay que hacer una reflexión profunda y rápida sobre qué dirección se quiere tomar. Puede parecer contradictorio hacer esa reflexión con esas características pero no es cierto. No podemos hacer un análisis superficial de nuestra empresa y nuestro medio, hemos de conocerlo muy bien y no dar nada por supuesto sino trabajar con datos en la mano, ni podemos padecer análisis-parálisis, es decir, analizar demasiado las cosas sin no tomar acción alguna.

La planeación estratégica es la herramienta que nos ayuda a definir dónde queremos ir y qué tenemos que hacer para ello. Hay diferentes metodologías para ello, pero básicamente se trata de hacer un análisis de cuál es la situación interna de la empresa, y cómo está el mercado, entendiendo como mercado a clientes, posibles clientes y proveedores. El resultado final tiene que ser un plan de acción claro sobre los proyectos que queremos acometer, en qué partidas vamos a invertir el presupuesto y quiénes van a tener la responsabilidad de alcanzar los objetivos estratégicos que nos hayamos marcado.

2º Proyecto: Estar cerca de nuestros clientes

Aunque parece un proyecto obvio, lo cierto es que en general solamente una parte de nuestra organización está cerca de los clientes.  Los directivos de la compañía “están muy ocupados” para ir a verlos, exceptuando a lo mejor en el momento de la venta de un gran contrato, y las distancias entre los niveles ejecutivos y los clientes se van incrementando hasta que solo se sabe de ellos a través de otros.

Para conocer los cambios que se dan en los mercados la manera más rápida y confiable es que nos los cuenten nuestros clientes. Ellos saben qué esperan de nosotros, qué van comprarnos, qué van a comprar a nuestra competencia, qué nuevos servicios o productos llegarán en los próximos meses,…etc.

3er Proyecto: Conformar el mejor equipo posible

Una vez definida nuestra estrategia tenemos que ver con qué equipo vamos a ejecutarla y qué conocimientos necesita para ello. Es necesario tener un equipo cohesionado, con una visión común de la estrategia y con la ilusión necesaria para conseguir los nuevos retos. Hay que revisar tanto sus conocimientos técnicos como sus habilidades y actitudes y reforzar o adquirir aquello que sea necesario.

Es muy importante adquirir conocimiento fuera de la empresa: nuevos ejecutivos, consultoría, capacitación, lectura…etc. Las posibilidades son múltiples pero hay que llevarlo a lo largo y ancho de la compañía porque el conocimiento es el primer atributo que nos diferencia de la competencia ante nuestros clientes.

4º Proyecto: Apalancar el crecimiento en la Tecnología

Dentro del plan estratégico hay que incluir un capítulo sobre cuál va a ser la estrategia de la compañía respecto a la tecnología. Esta nos puede ayudar a diferenciarnos de nuestra competencia, a bajar costes, a aumentar nuestros ingresos, a tener más y mejor información, etc. Es necesario hacer un plan de inversiones pero sobre todo no perder de vista el retorno de la inversión. A veces se da la paradoja que lo importante del proyecto de implantación de una tecnología es la implantación propiamente dicha. La tecnología no es un gasto es una inversión que nos tiene que retribuir los beneficios que mencionábamos anteriormente.

Es necesario contar con expertos que nos digan qué tecnología aplica en nuestro negocio, cómo podemos implantarla y que beneficios debemos esperar. Sin duda nos darán una visión muy profunda y práctica sobre el tema.

5º Proyecto: Innovación

La innovación es uno de los factores que más va a influir en la supervivencia de las compañías. Muchas empresas ya cuentan con departamentos o comités de innovación que buscan cómo tener nuevos productos y servicios. Pero la verdadera innovación va más allá. Para que una empresa sea innovadora tiene que tener una gestión innovadora, tiene que ser capaz de absorber el fracaso porque no todas las ideas serán implantadas y, sobre todo, tiene que estar abierta a nuevas formas de hacer las cosas.

Y hay que innovar porque los tiempos están cambiando, como decía Dylan, y, si buscas resultados distintos, no hagas siempre lo mismo, como decía Einstein.

Escrito por: Carlos de la Peña

Business Consulting Director 

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