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El Horizonte de Oportunidades en Bioeconomía, Economía Circular y Economía Azul para Organizaciones Sostenibles

Por: Fernando Torres Granadillo

En un mundo cada vez más consciente de la necesidad de transitar hacia modelos económicos sustentables, la integración de la bioeconomía, la economía circular y la economía azul surge como una estrategia poderosa para impulsar el desarrollo empresarial inteligente y resiliente. Estos enfoques, si bien tienen sus particularidades, comparten un objetivo común: aprovechar de manera responsable y sostenible los recursos naturales, fomentar la innovación y reducir el impacto ambiental, creando un ecosistema que promueva la prosperidad social y económica de manera equitativa.

El caso de la cuenca del Lago de Maracaibo, en Venezuela, ejemplifica cómo estas estrategias pueden articularse para transformar un sistema ecológico y económico de gran escala, que además tiene un impacto directo en millones de personas. Este sistema lacustre, considerado el más grande de América Latina con aproximadamente 13.820 km², concentra recursos naturales, hidrobiológicos, culturales y paisajísticos que sustentan la economía local, basada en actividades como la extracción de petróleo y gas, agricultura, pesca artesanal, acuicultura, turismo y transporte marítimo. La región, que impacta la vida de cerca de nueve millones de habitantes, presenta una riqueza de recursos que, si se gestionan con criterios de sostenibilidad, pueden convertirse en motores de desarrollo y bienestar.

Desde una perspectiva de economía azul, este enfoque reconoce a los cuerpos de agua –como mares, lagos, ríos y zonas costeras– como espacios de grandes oportunidades para la innovación y la generación de valor económico. En el contexto del Lago de Maracaibo, las estrategias de transformación sostenible además de la conservación, gestionando sus recursos de manera responsable y preventiva para garantizar el largo plazo. Un ejemplo notorio del cruce de estos enfoques es la estrategia Lago Productivo, promovida por el gobierno regional del estado Zulia en el período 2022-24, al integra acciones en sectores clave: pesca y acuicultura sostenible, energías renovables, biotecnología, turismo ecológico, conservación ambiental, y aprovechamiento de recursos minerales y portuarios, entre otros.

Además, la bioeconomía ofrece nuevas oportunidades para transformar residuos en recursos. En esta región, proyectos como la elaboración de abono orgánico a partir de los residuos de conchas de cangrejo buscan reducir residuos, fortalecer la agricultura local y promover prácticas sostenibles. En paralelo, la economía circular se ha convertido en un pilar estratégico —permitiendo que actividades productivas en sectores como la pesca, la agricultura y la industria pesquera integren procesos de reutilización, reciclaje y conservación de recursos.

El enfoque estratégico también contempla, en su visión integral, una articulación con las actividades económicas de Colombia, dado que más de 135 ríos que nacen en este país desembocan en la cuenca del Lago, afectando sus niveles, calidad y biodiversidad. La cooperación binacional y regional en temas de gestión de recursos, conservación y desarrollo sostenible puede potenciar una economía circular y azul más robusta, beneficiando a todos los actores involucrados.

En cifras, el impacto del Lago de Maracaibo es sustancial. Las actividades productivas en su cuenca, que además incluye sectores como minería no metálica, transporte, turismo y servicios, generan millones de empleos y recursos económicos directos e indirectos. Por ejemplo, en 2020, aproximadamente 58.5 millones de personas en los sectores de pesca y acuicultura en todo el mundo estaban empleadas en actividades marinas y lacustres, aportando unos USD 2.5 billones a la economía global. La Cuenca del Lago de Maracaibo  tiene un gran potencial para ampliar estos aportes mediante el impulso de emprendimientos sostenibles, innovación tecnológica y mejores prácticas de protección ambiental.

A escala internacional, países como Portugal, Costa Rica, y la región del Caribe, han avanzado en planes y normativas que integran estos enfoques para fortalecer su economía azul, promoviendo la conservación y el aprovechamiento responsable del mar, los lagos y ríos. La implementación de estas políticas en la Cuenca del Lago de Maracaibo podría potenciar su diversificación económica, abrir nuevas cadenas de valor, preservar su biodiversidad y satisfacer las necesidades actuales y futuras de sus habitantes.

La articulación entre sectores público, privado, academia y comunidades locales resulta fundamental para transformar estos recursos en soluciones sostenibles y brindar bienestar a las generaciones presentes y futuras.

En conclusión, la integración de la bioeconomía, la economía circular y la economía azul presenta un horizonte prometedor para las organizaciones empresariales dispuestas a innovar, colaborar y gestionar sus recursos de forma sustentable. La Cuenca del Lago de Maracaibo, con su riqueza natural y potencial económico, puede convertirse en un ejemplo de liderazgo en sostenibilidad y desarrollo económico equilibrado, contribuyendo tanto a la protección del medio ambiente como a la mejora de la calidad de vida de sus habitantes.

Fernando Torres Granadillo

Profesor Titular de la Universidad del Zulia. Investigador Responsable del Proyecto: Estrategias en bioeconomía, economía azul y economía circular para el desarrollo sostenible en regiones y espacios locales, adscrito al Centro de Estudios de la Empresa. Facultad de Ciencias Económicas y Sociales. Miembro de la Red de Investigación BioEco. Correos: ftorresgranadillo@gmail.com; redbioeco@gmail.com

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