Venezuela: Padres de niños prematuros tienen altos niveles de estrés

El contacto con los seres amados también tiene valor terapéutico. Conocer el tipo de cuidados que requieren los bebés nacidos a pre término y de qué manera pueden contribuir los familiares, ayuda a que estos se sientan menos tensos y temerosos 

El nacimiento de un bebé prematuro les plantea a los padres un escenario inesperado, para el cual no siempre están preparados. Saber cómo actuar y qué medidas tomar para contribuir con el bienestar del pequeño, es fundamental para aliviar el estrés que viven los familiares, quienes enfrentan la tarea de acompañar al recién nacido y brindarle cuidados especiales para lograr la completa formación de sus órganos.

Si bien el cuerpo de los niños prematuros parece estar completamente formado, lo cierto es que muchos de sus órganos vitales –como los pulmones, riñones y el sistema gastrointestinal- aún no han madurado lo suficiente. Durante esta fase los padres pueden sentirse ansiosos, asustados y confundidos; sin embargo, es importante que comprendan que al hablarle al bebé, cargarlo y tocarlo, le brindan el apoyo emocional y psicológico que necesita para sentirse más protegido, dormir mejor y llorar menos.

Durante una visita que hizo recientemente a nuestro país la enfermera británica Janine McKnight, invitada por la farmacéutica Pfizer para dictar una serie de charlas sobre Cuidados Integral de Neonatos Prematuros en Maracaibo, Caracas y Valencia, la especialista en salud pública explicó que el tiempo de gestación del recién nacido, su peso y estado de salud determinan el tipo de atención médica que necesitará: cuidados especiales, alta dependencia o cuidados intensivos.

Los niños nacidos entre la semana 34 y 40 de gestación, con un peso aproximado de 1,5kilogramos, ameritan cuidados especiales, entre los que se incluye la fototerapia y el monitoreo continuo de la respiración y el pulso.  Cuando el bebé pesa 1 kilogramo, debe ser alimentado por vía parenteral y necesita apoyo de un respirador artificial, entra en segundo nivel de atención, considerado de alta dependencia.

Sólo los niños con un peso menor a 1 kilogramo, nacidos alrededor de la semana 28, requieren cuidados intensivos, ya que suelen presentar problemas respiratorios graves y otras disfunciones en su organismo. Sea cual sea el nivel de atención médica que ameriten los recién nacidos, lo cierto es que todos los bebés prematuros tienen requerimientos nutricionales superiores a los de quienes completaron su período de gestación, ya que necesitan ganar peso en poco tiempo.

Durante sus charlas, la enfermera McKnight comentó que la leche materna es como una medicina que reciben estos niños cada día. Sólo cuando la lactancia materna está contraindicada por razones médicas, este alimento puede suplirse con fórmulas lácteas elaboradas especialmente para bebés prematuros, enriquecidas con los nutrientes que necesitan para completar la formación de sus órganos y ganar peso de manera acelerada y segura.

Esta profesional de la salud, con una amplia experiencia en cuidados críticos de nacimientos a pre-término, destacó el importante rol que cumplen las enfermeras en el cuidado de los bebés prematuros y la orientación  familiar para lograr un mejor manejo del estrés. Asimismo, enfatizó que se debe preparar a los familiares para enfrentar complicación que pueden presentarse a corto, mediano o largo plazo como: hipotermia, hipoglucemia, ictericia,  dificultades de aprendizaje o problemas visuales, auditivos y digestivos, entre otras.

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