Mundo YÜ: una propuesta latinoamericana que busca posicionar a la región como referente en educación emocional
No propone enseñar emociones, sino cambiar por completo cómo se acompaña lo que cada niño siente. Y lo hace desde el aula, el hogar y la tecnología.
En los últimos años, la salud mental infantil y adolescente se ha convertido en un tema prioritario para padres, docentes y profesionales. Según la Organización Mundial de la Salud, más del 50 % de los trastornos mentales se desarrollan antes de los 14 años, y 1 de cada 7 adolescentes vive con un problema de salud mental. Sin embargo, la mayoría de los esfuerzos educativos y preventivos siguen enfocados en la adolescencia, cuando los síntomas ya son visibles.
Frente a este panorama, una propuesta educativa nacida en Argentina pero con ADN venezolano busca cambiar el enfoque. Se trata de Mundo YÜ, una iniciativa que combina tecnología, psicología y diseño pedagógico para trabajar la educación emocional desde la infancia, pero con una diferencia clave: la personalización.
“No todos los niños sienten igual, ni necesitan lo mismo. La frustración, el miedo o la tristeza se manifiestan de formas completamente distintas según la personalidad emocional de cada chico o chica. Por eso no basta con enseñar qué es una emoción: hay que aprender a acompañarla de forma personalizada”, explica Stefan Meroslaw, psicólogo clínico especializado en infancia y creador de la propuesta.
Tecnología y Psicología al servicio de las emociones.
A través de una aplicación móvil y un curso online para familias, junto a un sistema de acompañamiento basado en perfiles emocionales ilustrados, Mundo YÜ ofrece herramientas prácticas para que tanto padres como docentes puedan entender cómo vive cada niño sus emociones y cómo actuar ante ellas.
Su modelo está basado en cuatro perfiles emocionales, que reflejan estilos de sentir y reaccionar. Esta clasificación, creada desde la práctica clínica y la observación educativa, permite adaptar las estrategias según el tipo de acompañamiento que cada niño necesita. La propuesta combina lenguaje cercano, actividades lúdicas y recursos accesibles para el aula y el hogar.
Venezuela como punto de partida
La propuesta comenzó a implementarse en Venezuela, con el Colegio Rioclaro de Barquisimeto como primera institución educativa en adoptar el modelo de forma integral. Actualmente, más de 300 familias ya tienen acceso a la aplicación móvil y plataforma online, mientras que el cuerpo docente participa en jornadas de formación enfocadas en integrar esta mirada emocional al trabajo diario en el aula.
Para sus creadores, Venezuela es el punto de partida de una transformación educativa más amplia, que busca posicionar a Latinoamérica como líder global en educación emocional.
“Que esta propuesta comience en Venezuela no es casualidad. Tiene que ver con la sensibilidad que hay en la región hacia lo emocional y con la convicción de que podemos liderar este cambio desde Latinoamérica”, afirma Verónica Espinoza, cofundadora de Mundo YÜ.
Una nueva base para el sistema educativo
El objetivo a largo plazo es claro: hacer de la educación emocional una base estructural del sistema educativo, con herramientas adaptadas y fáciles de aplicar.
“El verdadero cambio no es hablar de emociones, sino aprender a leer cómo las vive cada niño y saber cómo actuar ante ellas según su forma de ser. Eso lo cambia todo”, concluye Stefan.
Más información: www.mundoyu.com