«La mejor forma de predecir el futuro es creándolo» 7 lecciones del Outlook 2026 para la Venezuela del mañana
Para los líderes en Venezuela, el entorno actual es abrumador, un estado que la profesora Nunzia Auletta ha definido como de «hiper incertidumbre». En este contexto, donde las reglas tradicionales de planificación ya no se aplican, la parálisis parece una respuesta lógica.
Sin embargo, ¿es la única posible?
El foro «Outlook 2026» del IESA se propuso responder a esta pregunta, y las conclusiones fueron accionables. Los asistentes validaron el cumplimiento de este propósito. Como comentó Pedro Luis Guerrero; “Este evento no solamente brindó predicciones sobre lo que se espera para el año que viene, lo que podríamos vivir en el 2026, que además tiene escenarios muy difíciles de de dilucidar, sino qué tipo de herramientas tú deberías de tener como empresario para adecuarte a cualquiera de las situaciones posibles. Eso es muy útil en este tipo de eventos”.
Más allá de un diagnóstico de los desafíos, el evento reveló un modelo estratégico integrado para transformar la incertidumbre de una amenaza inminente a una oportunidad. Así lo confirmó Irene Zerpa del Grupo Tealca, describiendo el foro como «un espacio nutritivo para salir del día a día y pensar un poquito en el futuro, entender y comprender los retos del hoy… o validar las estrategias que estamos implementando y ver cómo sí funcionan».
Estas son seis grandes lecciones interconectadas que surgieron del análisis de los expertos, una hoja de ruta para dejar de sobrevivir y ser parte del desarrollo de Venezuela.
1. Usar la incertidumbre como aliada adoptando una mentalidad antifrágil, no solo resiliente
En un entorno volátil, la resiliencia —la capacidad de volver a su estado original tras un golpe— ya no es suficiente. Carlos Navarro, Profesor del Centro de Finanzas del IESA, introdujo un concepto poderoso: la antifragilidad.
Este cambio de mentalidad es el pilar fundamental de toda la estrategia. La diferencia es crucial:
- Lo frágil se rompe con la presión.
- Lo resiliente resiste la presión y recupera su forma.
- Lo antifrágil no solo resiste, sino que mejora y se fortalece con la presión, la volatilidad y el desorden.
Adoptar esta mentalidad es el primer paso para dejar de temer a la incertidumbre y empezar a utilizarla. «A la incertidumbre ahora no se le teme. La incertidumbre ahora es una aliada», afirmó Navarro.
Esta transición resonó profundamente entre los empresarios, en el caso de Pedro Luis Guerrero de FastMed, se destaca que lo valioso son las herramientas: «¿Cómo tú pasas de un evento de incertidumbre y fragilidad, a un evento totalmente contrario en donde tú eres un antifrágil? Esos son el tipo de cosas que se conversan en estos ámbitos… el que se aprovecha, el que se alimenta de este tipo de oportunidades… te permite prepararte para la incertidumbre y aprovecharlo como empresario».
Una organización antifrágil construye sistemas, equipos y estrategias que se benefician de los imprevistos, transformando el caos en un catalizador para el crecimiento. Este no es un concepto filosófico abstracto; es la herramienta psicológica necesaria para confrontar las paradojas de la economía venezolana.
2. La paradoja venezolana que premia con alta rentabilidad justificada por un riesgo extremo
A primera vista, los datos macroeconómicos presentados por el economista José Manuel Puente muestran un panorama preocupante ante la disminución del PIB en Venezuela hasta 2020. Sin embargo, en medio de este panorama, reveló la gran paradoja del mercado: Venezuela sigue siendo un lugar con un potencial de rentabilidad excepcional, precisamente a causa del riesgo extremo.
El riesgo país de Venezuela es alto en comparación con los vecinos latinoamericanos, y es este abrumador diferencial el que justifica los retornos extraordinarios para quienes logran gestionarlo.
«Venezuela, a pesar de todos los problemas, sigue siendo un lugar fértil para hacer buenos negocios con altos volúmenes y grandes ganancias si logras identificar el nicho y el sector correcto.» — José Manuel Puente.
Para navegar esta paradoja, Puente delineó cuatro tareas empresariales cruciales: revisión sistemática de costos y precios, manejo eficiente del flujo de caja, defensa del capital humano e identificación de oportunidades de internacionalización con exportación de bienes y servicios.
Esta lógica de encontrar oportunidades dentro de la crisis se extiende más allá de la macroeconomía y penetra en sectores clave como el energético.
3. El gas como oportunidad de «Saltar» al futuro energético
Mientras el sector petrolero acapara la atención, el análisis de Oswaldo Felizzola, Coordinador del Centro de Energía y Ambiente del IESA, sacó a la luz dos oportunidades estratégicas que permiten «saltar» (leapfrogging) décadas de estancamiento.
Primero, el gas natural no está sancionado. Esto representa una oportunidad de generación de ingresos rápida a través de la exportación a mercados como Colombia o Trinidad y Tobago. La liberalización de los precios internos podría activar de inmediato un negocio viable y de alto impacto.
Segundo, la paradoja de las energías renovables. Felizzola explicó que el retraso de más de 20 años de Venezuela en la adopción de fuentes como la solar o la eólica es, irónicamente, una ventaja estratégica hoy. Permite al país adoptar tecnologías actuales, que son exponencialmente más baratas y eficientes que las de hace dos décadas, evitando los costos de la curva de aprendizaje que otros ya pagaron.
Esta capacidad de convertir el rezago en una ventaja requiere una visión que sepa aprender del pasado para conquistar el futuro.
4. Mire hacia el siglo XIX para ganar en el XXI: el poder de la visión dual
Para encontrar la inspiración estratégica para el futuro, Alejandro Cáceres, Profesor del Centro de Gerencia y Liderazgo, invitó a los líderes a adoptar la visión del dios romano Jano, que miraba simultáneamente al pasado y al futuro.
Mirando al pasado, recordó a los empresarios venezolanos del siglo XIX. Estos líderes enfrentaron guerras civiles, plagas y colapsos de precios, y aun así lograron «triunfar», no solo sobrevivir. Su legado es un manual de resiliencia que demuestra que es posible prosperar incluso en los entornos más hostiles.
Mirando al futuro, Cáceres afirmó que para dar el «gran salto», esta resiliencia histórica debe combinarse con la adopción agresiva de las herramientas del mañana. Destacó tres imperativos estratégicos modernos: la quinta revolución industrial (interacción humanos-IA), ciclos de planificación cortos y entender la desglobalización.
Esta visión dual nos enseña que la estrategia más robusta se nutre de la historia, pero se ejecuta con las herramientas del futuro para resolver los problemas más urgentes del presente.
5. La demanda más urgente del país es trabajar
Más allá de las cifras macroeconómicas y los análisis sectoriales, Diana Vegas, presidenta del Grupo Social Cesap, compartió una conclusión transformadora sobre la verdadera necesidad de las comunidades venezolanas. Su experiencia en el terreno revela que el asistencialismo tiene un límite y que la demanda más profunda de la población es incorporarse a la producción del país.
Esto se traduce en una oportunidad para que el sector privado sea el motor principal del cambio. Este se convierte en el camino más sostenible para reconstruir el tejido económico del país, abordando la demanda más fundamental del mercado.
Tal como lo afirmó el profesor Carlos Navarro tras culminar el evento “La gente se va a pensar, se va a su casa a reflexionar que es algo que no hacemos porque el día a día nos come, importante es irnos de aquí con una cantidad de reflexiones que nos haga pensar en posibles escenarios. Si si logramos eso, logramos nuestro objetivo”, expresó.
6. En un mercado contraído, la «Coopetencia» vence a la competencia
Ante el mercado drásticamente reducido descrito por José Manuel Puente, la lógica de la competencia feroz por una porción cada vez más pequeña del pastel se vuelve autodestructiva. Alejandro Cáceres introdujo una alternativa estratégica avanzada: la «coopetencia».
Este concepto se refiere a la cooperación entre competidores. La lógica es simple y racional: si el mercado es demasiado pequeño, la estrategia más inteligente es que los actores colaboren para hacerlo crecer. Al trabajar juntos para expandir el «pastel» general, todos los participantes se benefician.
La importancia de este intercambio entre pares fue resaltada Oswaldo Felizolla al finalizar el evento, quien señaló que el Outlook 2026 es un «ambiente excelente para primero compartir entre pares, escuchar los dilemas y dificultades que tenemos todos… con el fin de conseguir sinergias y oportunidades de negocio». Del mismo modo, en Irene Zerpa del Grupo Tealca se valoró la oportunidad de «conocer a otras empresas que están en la misma situación que nosotros y ver cómo las están afrontando».
7. Una mirada empresarial para la ejecución estratégica ante la hiper-incertidumbre
Alberto Afiuni (Country Managing Partner de EY Venezuela) y Nunzia Auletta (Directora Académica del IESA) ofrecieron la «Mirada Empresarial», uniendo el análisis macro con la gestión diaria en un entorno de «hiper-incertidumbre».
Afiuni enfatizó que la principal preocupación es la protección del flujo de caja, afirmando que «el cash no solamente es el king, es el queen», y recomendó el uso de análisis predictivo y una «tasa sintética» para recalibrar indicadores que no reflejan la realidad económica,.
La directora académica del IESA complementó esta visión proponiendo simplificar la dirección estratégica en tres ejes: diferenciación, eficiencia operativa y exploración de nichos, e instó a las empresas a adoptar un «crecimiento con propósito» (sostenibilidad), y la automatización de microprocesos para liberar tiempo estratégico e impulsar el talento mediante upskilling y reskilling.
Outlook 2026, un espacio para apostar por oportunidades para los venezolanos
El mensaje central del Outlook 2026 es que el éxito en el entorno actual requiere un cambio fundamental de mentalidad: pasar de la supervivencia reactiva a la creación deliberada de oportunidades.
La ruta no está en predicciones infalibles, sino en un modelo integrado: adoptar un enfoque antifrágil para ver la rentabilidad en la paradoja del riesgo, buscar oportunidades de «saltar» al futuro en sectores clave, aprender de la resiliencia del pasado para aplicar las herramientas del mañana, y reconocer que la mayor oportunidad de negocio es satisfacer la demanda social de trabajo, empleando para ello estrategias avanzadas como la coopetencia.
Para cerrar, Alejandro Cáceres recordó una frase inspiradora de Peter Drucker que debe convertirse en el mantra de todo líder en Venezuela: «La mejor forma de predecir el futuro es creándolo.»
¿Qué futuro está comenzando a crear su organización hoy?
Este evento fue posible gracias al respaldo de los patrocinantes que apuestan por el desarrollo y el conocimiento; Banco Mercantil, Fastmed, Alimentos Mary, EY Venezuela y Santa Teresa. Agradecimiento a los aliados: Jatch Multiservicios, Café Grano a Grano, Festejos San Antonio y Hoteles Cumberland.

